Hidromiel, la bebida del terror vikingo
Que todo vuelve es algo que el sector de la cerveza y las bebidas artesanales conoce bien. El hidromiel o aguamiel es una bebida que, aunque nunca ha llegado a desaparecer del todo, resurge con fuerza con una presencia cada vez más evidente en bares, pubs y restaurantes.
El hidromiel se ha subido a la ola de la cerveza artesana para abastecer una demanda de bebidas de calidad elaboradas con mimo y una gran atención al detalle. En el mercado nacional podemos encontrar excelentes opciones como Hiromiel Loki o Hidromiel Valhalla entre muchos otros.
Entre las muchas ventajas de esta milenaria bebida elaborada con miel y agua fermentada está su delicioso sabor dulce. Además, no suele contener gluten, lo que hace de ella una excelente opción para personas celíacas.
El origen del hidromiel
El origen del hidromiel o mead se remonta al año 7.000 a.C. y se cree que es una de las bebidas alcohólicas más antiguas del mundo. Sus verdaderas raíces no están claras aunque se sabe que esta bebida existía en Egipto, África, Grecia y China. De hecho, se pueden encontrar recetas únicas en Polonia, Nepal, Croacia, Inglaterra, los países escandinavos, Etiopía, Grecia y México.
Los griegos la conocían como “la bebida de los dioses” y la mitología celta creía que otorgaba poderes mágicos. Muchos la consideran la bebida alcohólica más antigua que existe. También se la conoce con los nombres de vino de miel, ambrosía o néctar.
Los saqueadores vikingos
Durante cientos de años, los vikingos se dedicaron a atacar impunemente ciudades costeras europeas. En la Europa de la Edad Media estos temibles saqueadores escandinavos eran bien conocidos.
Una de las grandes ventajas de los vikingos era el uso de unos barcos conocidos como “longships”. Estas modernas naves poseían una vela que les permitía avanzar con el viento y complementaba el uso de remos.
Eran estrechas y profundas, por lo que podían navegar en el mar, los ríos e incluso en el interior de cuevas. Podían hacer incursiones tierra adentro, además de navegar hasta la orilla y desembarcar a sus asaltantes rápidamente para atacar monasterios y ciudades.
De esta forma, los guerreros vikingos junto con las doncellas escuderas, o guerreras vikingas, se labraron una merecida fama de guerreros temibles, brutales y extremadamente feroces. Además, eran excelentes estrategas, lo que les permitía explotar las debilidades de las defensas europeas. El hidromiel estaba íntimamente unido a la cultura y la religión vikinga. Esta bebida alimentaba el fervor guerrero en los vikingos y formaba parte integral de su vida.
La leyenda de Kvasir
Cuenta la leyenda vikinga que el hidromiel se originó cuando dos bandos de dioses en guerra, los Aesir y los Vanir, firmaron un tratado de paz y escupieron en un cuenco para sellar el acuerdo.
Del cuenco nació Kvasir, el más sabio de todos los hombres. Kvasir fue asesinado por dos enanos, Fjalar y Galar, que recogieron su sangre, también conocida como el «hidromiel de la poesía». Más tarde, el hidromiel pasó de los enanos a un gigante.
Cuando Odín, el dios nórdico, se enteró de que un gigante tenía el hidromiel, se aventuró a bajar a su guarida, sedujo a su esposa y obtuvo el hidromiel tragándoselo y transformándose en águila.
El hidromiel y los vikingos
Los vikingos creían firmemente que cuando los guerreros llegaban al Valhalla eran recompensados con un trago de hidromiel servido por hermosas doncellas.
En la época, los vikingos solían elaborar dos tipos diferentes de miel. Uno más suave, que se solía consumir en vez del agua para saciar la sed y otro más fuerte reservado para ocasiones especiales. Estas incluían sus tres festividades más importantes: la celebración de la cosecha, la mitad del invierno y la mitad del verano.
También se celebraban fiestas para conmemorar otros acontecimientos importantes, como velatorios, bautizos, etc. La celebración y el consumo de hidromiel era una forma de estar en comunión con los dioses y de crear vínculos entre la comunidad.
El hidromiel se servía mediante un ritual muy estricto: la esposa del rey o del caudillo servía hidromiel primero al rey y luego al resto por orden de rango social y precedencia. Los nórdicos bebían su hidromiel en cuernos para beber o en copas de plata elaboradamente decoradas.
A lo largo de la historia se han encontrado cuernos por toda Escandinavia que confirman que efectivamente los vikingos los usaban para beber hidromiel. En la época existían muchos tipos de cuernos, algunos sin adorno alguno y otros enjoyados en oro o plata.
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