La gran cerveza de abadía de St Bernardus
Bélgica disfruta de una centenaria tradición cervecera que tiene su origen, en gran parte, en los monasterios y abadías de la Edad Media. En aquella época, la cerveza era una parte muy importante de la dieta de los monjes. Esto era debido a que el agua solía estar contaminada y la cerveza, al elaborarse con agua hervida, era considerada una bebida sana. Con el tiempo, los monjes de las abadías lograron perfeccionar las recetas y técnicas de producción y sus cervezas adquirieron una gran fama.
St Bernardus es uno de los productores de cervezas de abadía más importantes de Bélgica. Sus cervezas son muy apreciadas por los amantes de la cerveza de calidad en todo el mundo. Prueba de ello es la alta puntuación de la que disfruta toda la gama en el portal Ratebeer. En esta web, los usuarios han otorgado puntuaciones casi perfectas a todas sus cervezas.
El acuerdo entre St Bernardus y Sint Sixtus.
La historia de los monjes de St Bernardus comienza cuando en 1904, un grupo de monjes de la abadía francesa de Mont des Cats se trasladó a la localidad de Watou, para instalarse en una granja a la que llamaron Refuge de Notre Dame de St Bernard. Allí comenzaron a elaborar queso hasta 1934, cuando volvieron a Francia y vendieron la licencia de la elaboración de sus quesos a Evarist Deconinck.
Las cervezas de St Bernardus nacieron del acuerdo entre la fábrica de quesos de St Bernardus y los monjes de la abadía de Sint Sixtus en Westvleteren. Sint Sixtus cedió su licencia de la elaboración de sus cervezas a Evarist Deconinck y St Bernardus, ya que iba a comenzar unas obras de renovación. De esta forma, Deconinck construyó un edificio anexo a la quesería y comenzó a elaborar en 1946 las cervezas trapenses de Sint Sixtus. La licencia tenía una duración de 30 años y, aunque se renovó en 1976, terminó caducando en 1992. Como curiosidad, comentar que hoy en día todavía hay un cartel en su taproom en el que se puede leer: “Cervecería Sint Bernardus, único productor de las cervezas de la Abadía de Sint Sixtus en Westvleteren”.
Al caducar la licencia, St Bernardus se quedó con todas las recetas, incluyendo la de afamada Westvleteren XII, también conocida como la mejor cerveza del mundo. Esta se sigue elaborando bajo el nombre de St Bernardus Abt 12. Según St Bernardus, aunque es la misma receta y su calidad es similar, no es la misma cerveza, ya que en su elaboración se usa agua de otra procedencia y la levadura es la original de Westvleteren, mientras que Sint Sixtus la elabora con levadura de Westmalle.
St Bernardus y las cervezas trapenses
A principios de los 90, los monjes belgas se organizaron para crear una asociación trapense que reglase sus productos, cuyo resultado fue el nacimiento de la “International Trappist Association” creadores del conocido sello oficial “Authentic Trappist Product”. Este sello solo se podía otorgar a los productos creados siguiendo los conocidos criterios de elaboración dentro de los muros de una abadía trapense, supervisada por los mismos monjes. Además, los beneficios debían de ser destinados al sustento de la comunidad y el resto donarse a la beneficencia.
Para que Sint Sixtus pudiese obtener este sello debía volver a elaborar su cerveza dentro de su monasterio. Esta es la razón por la que se rompió el acuerdo de forma amigable y se creó una nueva fábrica en la abadía de Sint Sixtus. St Bernardus siguió elaborando cerveza, aunque bajo la denominación de cerveza de abadía.
La gama de St Bernardus incluye extraordinarias cervezas, entre las que se encuentran la Abbey Dubbel St Bernardus Pater, 6, St Bernardus Tripel o la cerveza negra St Bernardus Prior 8, entre muchas otras. Todas son capaces de satisfacer a los paladares más exigentes.
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