Schlenkerla Rauchbier Urbock es una
típica cerveza ahumada alemana elaborada de forma artesanal. Esta Rauchbier bávara se empieza a elaborar en mayo conforme a la tradición de las cervezas Bock, y se deja madurar durante meses en las bodegas centenarias de situadas bajo la fábrica histórica de Schlenkerla en Stephanesberg.
Estas bodegas forman parte de un sistema de túneles que se extiende bajo la ciudad de Bamberg y que existe desde hace más de 700 años. Los cerveceros de la ciudad las han usado durante siglos para almacenar y madurar sus cervezas.
El origen de Schlenkerla se encuentra en el año 1405 y en sus inicios era una taberna situada cerca de un monasterio dominicano. El edificio fue cambiando de manos a lo largo de los años hasta que lo compró Johann Wolfgang Heller a mediados del siglo XVIII. Heller era también el dueño de unas
bodegas excavadas en la roca en la colina Kaulberg, a las afueras de Bamberg, donde almacenaba cerveza.
Con los años, las bodegas fueron trasladadas a la colina Stephanesberg y más tarde, la fábrica se trasladó también y se situó sobre las bodegas excavadas en la roca de la misma colina. En aquella época el nombre oficial de la cervecería era Heller-Bräu.
En 1877 adquirió la taberna y la cervecería Andreas Graser, quien tenía un problema que le impedía andar recto y le hacía mover los brazos de forma extraña. En el dialecto francinio esto se describe con la palabra “schlenkern”, que significa “torcido”. Los habituales de la taberna
empezaron a llamarla "Schlenkerla", y ya se quedó con este nombre. En la actualidad, Schlenkerla es conocida por ser una prestigiosa cervecería bávara que elabora
cervezas ahumadas de extraordinaria calidad.
Color tostado con espuma densa y sabrosa. Aroma ahumado con notas a malta y un toque especiado y a levadura. Sabor cálido, dulce y ahomado, con un perfil característico. Graduación: 6,5% alc/vol.