Existen varios tipos de vinos dulces, dependiendo de su método de elaboración: dulces naturales, naturalmente dulces, fortificados, por bortrytis, de vendimia tardía... En el caso de los vinos fortificados, su gran concentración de azúcares hace que sea necesario añadir una pequeña parte de licor para aumentar su graduación alcohólica. En los de vendimia tardía, las uvas se mantienen en la vid durante más tiempo del habitual para aumentar su dulzura. Los naturalmente dulces se elaboran interrumpiendo su fermentación y los dulces naturales se fermentan con un mosto de alta concentración de azúcar, destinado a matar las levaduras. En la geografía española disponemos de una gran variedad dulces de gran calidad. Destacamos los vinos malagueños, los cordobeses y los jerezanos. Su consumo está asociado habitualmente a los postres.